domingo, 5 de abril de 2015

Un preso por un doble homicidio se fuga de Albolote

IDEAL.es                            5 abril 2015

Un preso por un doble homicidio se fuga de Albolote tras un permiso

  • La Junta de Tratamiento de la cárcel de Albolote desaconsejó la concesión de los días de asueto, aunque legalmente cumplía los requisitos para disfrutarlo

  • a relación de Jorge Argenis Real Sierra, venezolano de 65 años, con la autoridad penitenciaria resulta dilatada y el asesino decidió cortarla de raíz al no regresar de un permiso al centro penitenciario de Albolote, donde cumplía condena por un doble crimen, entre otras causas. Fuentes de la dirección del centro penitenciario han confirmado a IDEAL que la Junta de Tratamiento de la prisión elaboró un informe desaconsejando el disfrute de este permiso que comenzó el pasado 20 de febrero y debía terminar el 26 del mismo mes.
    En estos momentos hay una orden de busca y captura para encontrarlo. Sin embargo, tal y como comunicó el juez de Vigilancia Penitenciaria de Granada, el reo cumplía todos los requisitos legales para concederle estos días de asueto: había pasado ya más de la cuarta parte de la condena, mantenía un comportamiento exquisito en la prisión, tenía su vida encauzada gracias la edición de un par de novelas de éxito y en sus dos permisos anteriores regresó a la cárcel sin problema alguno. No haberle concedido este permiso hubiera sido actuar en contra de la ley.
    Su nombre saltó a las portadas cuando fue detenido por ser uno de los asesinos de un matrimonio galés residente en Alcoy (Alicante), los O’Malley, junto con su cuñado en el año 2002. La pareja fue víctima de un secuestro durante 18 días antes de que los penados estrangulasen al marido, mientras que la mujer falleció producto del estrés de la situación, aunque la sentencia los culpa del doble crimen tanto a él como a su cuñado. Los homicidas ocultaron los cadáveres, sepultándolos en el sótano del chalé donde los retuvieron.
  • Las alertas saltaron cuando el criminal, preso desde marzo de 2003, no regresó el pasado 26 de febrero del permiso ordinario que le habían concedido. Por ello, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Granada ha puesto en busca y captura al prófugo. Del mismo modo, la Audiencia de Alicante activó las requisitorias para su localización, detención e ingreso en la cárcel.
    Jorge Real ingresó en prisión en el centro penitenciario de Fontcalent (Alicante), donde no tardó en tener problemas al ofrecer a su entonces director y actual máximo responsable del penal de Albolote,JaimeHernández, 2.000 euros por usar un ordenador. Le hizo llegar un poema de un escritor suramericano en un sobre con cuatro billetes de quinientos euros.La carta fue enviada desde fuera de la prisión, aunque en el remite no identificaba al autor. La clave para conocer quién se escondía detrás del soborno estuvo en las erratas tipográficas del manuscrito.La máquina de escribir de JorgeReal tenía una letra en malas condiciones y en la dirección de la cárcel lo sabían. El director denunció el soborno ante fiscalía y el reo reconoció los hechos, conformándose con un año más de condena.
    Largo periplo por cárceles
    Tras un largo periplo por cárceles como la de Foncalent, A lama de Pontevedra, Córdoba y Jaén, el asesino estaba recluido en régimen de segundo grado carcelario en el penal de Albolote desde 2012. Se encontraba encarcelado en el módulo de respeto número 13. Las celdas de este pabellón están reservadas solo para internos no conflictivos y comprometidos con la dirección a mantener conductas irreprochables. Una zona donde conviven muchos presos que han optado por desengancharse del consumo de drogas. A cambio de ese buen comportamiento disfrutan de ciertos beneficios penitenciarios en su estancia en prisión. «Jorge Real no es un preso conflictivo, más bien al contrario. Colabora en numerosas iniciativas de la cárcel, es un hombre muy educado y siempre está dispuesto a echar una mano», comenta una fuente consultada de la cárcel de Albolote.
    El historial delictivo de Real no se queda tan solo en el doble crimen, cuya comisión provocó gran conmoción en el Reino Unido y España. Este venezolano tuvo que vérselas de nuevo con la Justicia en el año 2008 por el intento de soborno al entonces director de la cárcel de Fontcalent y hoy del penal de Albolote. Sin embargo, su delito más grave lo cometió en septiembre de 2002. En esas fechas Anthony y Lina O’Malley se interesaron por un chalé en la urbanización Varadero Gelat de Alcoy. Su familia supo que un día fueron a visitar la casa, pero las siguientes noticias que tuvieron de ellos fue la de su muerte violenta. Jorge Real y su cuñado José Antonio Velázquez fueron los autores, aunque el fugado negó los hechos en el juicio. A Anthony le hicieron bajar a una sucursal bancaria de Benidorm para que extrajera 25.000 euros de su cuenta que tampoco le valieron para salvar la vida, pues al día siguiente se produjo el óbito. Según reveló la autopsia, lo estrangularon. Linda, la esposa del finado, también secuestrada, no pudo soportar el calvario y pereció por la situación de estrés. La Sección Tercera de la Audiencia de Alicante condenó en 2006 a 62 años a Jorge Real por 11 delitos. El Supremo le rebajó la pena un año. Pese a todo, la estancia máxima en prisión del fugitivo venezolano debía ser de 25 años, según la legislación vigente, de los cuales había cumplido ya casi la mitad. Ahora, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado andan tras su rastro para devolverlo a una celda y que responda ante la Justicia.
    Enfermo
    Jorge Real, que sufre una seria enfermedad, había cumplido ya doce años recluido y le quedaban algo más de otra docena de años en prisión. En los dos permisos anteriores regresó al penal de Albolote, sin incidencia alguna. El juez no consideró el rechazo de la Junta de Tratamiento por la gravedad de los hechos que cometió, ya que estos siempre permanecen y el interno había demostrado un comportamiento impecable, dirigido a su reincorporación social. En su ficha policial española, tiene antecedentes por secuestro, estafa y homicidio, además de por haber utilizado otras identidades para pasar desapercibido tras cometer delitos.
    En Venezuela, su país natal, también tiene un amplio currículo delictivo donde le constan varios secuestros, entre otros delitos reconocidos. Uno de los principales apoyos en prisión de este reo era una hija suya, quien se convirtió en su agente literario para que le lograran editar dos novelas de éxito. También era su apoyo moral.



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