Los
extranjeros protagonizan la caída del 15% de la población reclusa en el último
lustro
Ø Los
presos españoles se han reducido en un 7,3% desde 2009 por un 27,7% de los
nacionales de otros países
Ø La
reforma de Zapatero que redujo las condenas por tráfico de drogas ha permitido
que un número mayor pueda conmutar la pena por la expulsión
Ø El
perfil de preso es el de un varón español menor de 40 años, condenado a entre 3
y 8 por delitos contra el patrimonio
El día 6 del mes de febrero había en las cárceles
españolas un total de 65.153 presos. La cifra, de las más altas de Europa
Occidental en porcentaje, confirma sin embargo la tendencia a la baja que se
experimenta desde 2009 y que tiene en la población reclusa extranjera su causa
principal. Dos de cada tres presos que integran ese casi 15% de descenso en los
últimos cinco años son extranjeros.
La causa principal está en la conjunción de dos reformas
penales. La primera, acometida en 1995, permite a los extranjeros conmutar una
pena inferior a los seis años de cárcel por la expulsión del país. La otra es
más reciente y está dirigida a cualquier condenado, independientemente de su
origen: es la que aprobó el Gobierno de Zapatero para reducir las condenas por
tráfico de drogas. La consecuencia es que presos extranjeros que antes no
podían acogerse a la posibilidad de la expulsión por superar los seis años de
condena pueden hacerlo desde 2010.
Para explicar estos motivos del descenso de la población reclusa
es necesario apuntar que en 2014 el 23,85% de los presos condenados lo había
sido por un delito contra la salud pública, un total de 13.066 internos. Solo
los delitos contra el patrimonio superan ese porcentaje (37,65%). Por otra
parte, la población reclusa extranjera es elevada: un 30,3% del total, hasta
alcanzar los 19.697 internos. Sin embargo, en 2009, fecha en que comienza el
descenso de internos en las cárceles, los extranjeros eran 27.162, 7.465 más.
“Hay que tener en cuenta que en España, en el ámbito
penitenciario, los extranjeros siempre han tenido mucho peso en la demografía
carcelaria por dos factores principalmente: la situación de precariedad y
exclusión social (falta de autorización de residencia y permiso de trabajo) y,
en segundo lugar, por la aplicación judicial de la prisión provisional por
falta de arraigo familiar y social. Mientras los presos con nacionalidad
española han descendido un 7,35% desde 2009, los extranjeros alcanzan una
reducción del 27,78%.
En cuanto a la reforma de diciembre de 2010 en materia de
tráfico de estupefacientes y su incidencia en la población reclusa extranjera,
el sindicato recuerda la reducción de 9 a 6 años para los delitos más graves
por tráfico de drogas. Y añade: “Anteriormente, el delito básico era castigado
con penas de 3 a 9 años de cárcel, que ahora se rebaja a un máximo de seis
años, por lo que ha producido una reducción de tres años de media en sus
condenas”.
El artículo 89 del Código Penal establece que podrán conmutar su
condena por la expulsión del país aquellos extranjeros condenados hasta los
seis años de cárcel siempre que el delito no sea contra el derecho de los
trabajadores o contra el tráfico de personas. La mayoría de los presos
extranjeros está en la cárcel por tráfico de drogas, por lo que la reforma de
2010 incide directamente en sus posibilidades de cambiar la cárcel por la
expulsión.
Más
agresores sexuales condenados
El número de condenados por delitos contra la salud pública han sido
los que más han descendido en estos cinco últimos años, un total de 4,11 puntos
menos. Y los cometidos contra la libertad sexual los que más han crecido, 4,58
puntos.
En cuanto a las condenas, la mayoría de los presos están por
delitos castigados con entre 3 y 8 años, un total de 20.349 (un 43,39%),
seguidos de los que están condenados a 3 o menos años (13.628, un 29,06%).
Según van creciendo las penas, descienden el número de condenados. Entre 8 y 15
años de cárcel, un 18,21%, que baja drásticamente al 5,48% de los que tienen
una condena de entre 15 y 20 años. Por último, los presos condenados a más de
20 años son el 3,40% de la población reclusa, un total de 1.594.
Por edad, seis de cada 10 internos tienen menos de 40 años y
solo el 3,61 por ciento tiene más de 60. Por sexos, nueve de cada diez reclusos
en cárceles española son hombres. El 46,03% son reincidentes.
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